(PRENSA ARMENIA) “Valoramos el viaje del Papa pero la reconciliación en un mensaje pastoral tiene un significado y en política tiene otro”. Con esas palabras el Ing. Mario Nalpatian, miembro del Consejo Nacional Armenio Mundial y vicepresidente de la Internacional Socialista, calificó el viaje del Papa Francisco a Armenia del último fin de semana.
“Desde el punto de vista pastoral, entendemos que la reconciliación es un mensaje necesario. Pero desde lo político, la reconciliación tiene que ser el final de un camino a recorrer, donde tiene que haber una revisión por parte de Turquía de su propia historia, asumir su responsabilidad de planificar y ejecutar un crimen y luego sí ver en qué términos esa reconciliación va a contemplar el reclamo de justicia y reparación del pueblo armenio”, opinó Nalpatian en una entrevista con Luisa Valmaggia, en el programa Abrir el Juego de Radio Cooperativa.
En su mensaje en Armenia, el Papa Francisco pidió “que se recupere el camino de la reconciliación entre el pueblo armenio y el turco, y la paz se plantee también en Nagorno Karabaj”.
“El negacionismo en todos los casos es una forma muy perversa y sutil de continuar con un crimen. En Argentina hemos vivido y tal vez volvamos a vivir hechos en donde la cancillería turca encuentra funcionarios dispuestos a seguir esa línea, a pesar de que en nuestro país hoy el tema del Genocidio Armenio y los derechos humanos es una política de estado que ninguna fuerza política se resistiría o intentaría cambiar, pero la diplomacia turca lo hace”, agregó Nalpatian.
Por su parte, Khatchik DerGhougassian, presidente de la Fundación Consejo Nacional Armenio, al ser consultado por la Agencia Prensa Armenia destacó el “compromiso” de Francisco de “mantenerse fiel a posturas asumidas anteriormente”. “Se trata del ejercicio diplomático de quienes le habían escrito el discurso donde evitaban la palabra ‘genocidio’ y el Papa ignoró el escrito para pronunciar la palabra”.
“Poca relevancia hubiera tenido esta palabra si no se la vinculara a la actualidad para sacudir la consciencia de la humanidad por el sufrimiento que padecen las víctimas de la barbarie en el Medio Oriente, y sobre todo los más vulnerables que son los cristianos”, sostuvo.
Al hablar de la importancia de que el Sumo Pontífice tocara el tema del conflicto entre Nagorno Karabaj, Armenia y Azerbaiyán, DerGhougassian recalcó que, a pesar de que el Papa “no es un mediador en el conflicto”, se manifestó “en la forma en que se esperaba” y pidió una “resolución pacífica” de la disputa que en abril alcanzó un pico máximo con lo que muchos analistas consideraron una “guerra de cuatro días”, cuando el ejército azerí atacó poblaciones civiles de la frontera de Karabaj y se acentuaron los combates en la región. Con más de 300 víctimas, fue la escalada militar más grave desde que los tres actores firmaron el cese del fuego en 1994.
En ese sentido, DerGhougassian recordó que la población de Nagorno Karabaj siempre buscó una solución pacífica al conflicto desde 1988, cuando se pidió un referéndum constitucional para determinar la autodeterminación de la región. “La respuesta de Azerbaiyán fue Sumgait”, explicó el analista, haciendo referencia a las matanzas masivas de armenios en Sumgait, Bakú y Kirovabad durante esos años.