Armenia es una nación con la que Uruguay tiene una larga relación. Nuestro país fue el primero del mundo en reconocer el genocidio armenio en 1965. Este país del Cáucaso Sur celebra hoy sus 25 años de independencia.
(lr21.com.uy) Un cuarto de siglo de soberanía no es un hecho menor para un país como Armenia. La actual república puede ser llamada “la última Armenia”, pues hay que tener en cuenta los distintos reinos medievales y antiguos, las dinastías y alianzas, así como el corto lapso republicano de 1918, el incluso la pertenencia a la Unión Soviética. Con todo esto, el número histórico de Armenias puede variar entre 5 y 10.
El país en su constitución actual, con su capital Erevan, declaró su independencia el 21 de setiembre de 1991, día en que se llevó a cabo un referendo sobre la separación de la URSS. La votación se hizo en todo el país con el fin de decidir si se soltaban las restricciones desde Moscú que venían sucediendo desde años anteriores, y que llevaron eventualmente al colapso de la Unión Soviética.
Armenia fue entonces reconocido como Estado soberano por la comunidad internacional, y se unió a la ONU en 1992.
El sueño armenio de tener patria
Tanto los armenios en el territorio interior, como aquellos en la diáspora, vieron cumplirse su gran sueño de tener una patria, de ver a Armenia como un país en los mapas.
Mientras estuvieron adscritos a la URSS, las relaciones entre la República Soviética Armenia -su nombre de aquel entonces- y los armenios en el exilio eran bastante limitadas. A pesar del gran intercambio cultural, educativo y turístico, siempre vivieron a la sombra de las restricciones del Kremlin.
Un hito que cambió esta especie de silencio fue el terremoto del 7 de diciembre de 1998, que afectó grandemente el norte armenio, principalmente en Spitak, Gyumri (luego Leninakan) y Vanadzor (conocida ahora como Kirovakan). Los armenios en la diáspora se unieron para brindar ayuda a un país en crisis por la devastación de este fenómeno natural. Muchos de ellos no habían tenido contacto real o conexión profunda desde el genocidio.
La Constitución de la República de Armenia fue adoptada en 1995 y enmendada en 2005. Esta le otorga al país la condición de república democrática, con un presidente como máxima figura y una asamblea nacional con gran participación en el tratamiento de las leyes del país.
La larga relación entre Uruguay y Armenia
Nuestro país tiene una larga historia de hermandad con el pueblo armenio. Se estima que unos 125.000 armenios viven en América Latina, distribuidos en Argentina, Brasil, Chile,, México y Uruguay. La cultura armenia tiene fuerte presencia en nuestra sociedad, pudiendo encontrarse restaurantes con comidas típicas por todo el país. En Montevideo además se encuentran la Plaza Genocidio del Pueblo Armenio, en la esquina de Bulevar Artigas y Avelino Miranda, y la Plaza Armenia, ubicada en la también llamada Rambla Armenia.
En 1965, año del cincuentenario del Genocidio Armenio, Uruguay firmó una Ley que reconoce y condena este hecho, además de recordar a las víctimas de los crímenes de lesa humanidad fallecidos durante este acto lamentable.
Según la organización Consejo Causa Armenia del Uruguay, esta Ley “reveló el carácter universal de ese crimen; lo extrajo del ámbito exclusivo de sus víctimas armenias, para transformarlo en un problema de la humanidad toda. Este reconocimiento de la condición universal de todo genocidio ha sido un gran legado que ha recogido la armenidad del pronunciamiento oriental de 1965″.
El territorio nacional de Armenia es considerado también territorio propio del pueblo armenio en la diáspora. Muchos armenios del exterior mantienen actualmente grandes lazos con su país; algunos tienen segundos hogares en los que pasan largas estancias de vacaciones en las que se reconectan con sus raíces y antepasados.
Foto: Plaza Armenia, ubicada en la Rambla Armenia, Playa Pocitos. Foto: archivo Intendencia de Montevideo.