Ante el peligro de derivas autoritarias en Turquía después de las elecciones del 1ro de noviembre

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El pasado domingo 1 de noviembre, mediante elecciones anticipadas,el Partido Justicia y Desarrollo (AKP), liderado por el presidente de la República de Turquía Recep Tayyip Erdogan, recuperó la mayoría parlamentaria con casi el 49,4 por ciento del electorado. Debemos considerar que el AKP no había podido alcanzar el apoyo necesario para tratar la modificación de la Constitución Nacional, la cual suponía un aumento del poder de la figura presidencial. Sin embargo hoy, con 14 escaños, continúa resultándole complejo llamar a un nuevo referéndum constitucional, sin el acompañamiento político expreso del resto de los partidos.

Este llamado a elecciones anticipadas, ocurrió después de que el AKP no lograra formar un gobierno de coalición tras las elecciones parlamentarias del 7 de junio, en las cuales el partido había perdido el dominio mayoritario, luego de 12 años consecutivos. No obstante, los resultados arrojados el domingo fueron significativos (317 de los 550 escaños), adquiriendo más que los 276 que necesitaba para formar gobierno y 59 más de lo obtenido en las elecciones pasadas.

Por su parte, el Partido Democrático del Pueblo (HDP), que había sido oposición clave para la derrota del AKP, una vez más pasó el umbral del 10 por ciento necesario para reclamar escaños parlamentarios, pero aún así obtuvo 21 lugares menos que en las elecciones de junio. Otra participación fundamental en los anteriores comiciosfue la del Partido Movimiento Nacionalista (MHP), que en esta oportunidad sufrió una disminución participativa del 16 al 11,9 por ciento (39 asientos menos); y por su lado, finalmente elPartido Popular Republicano (CHP)quien ganó tres nuevos escaños.

Resulta importante destacar que en este acontecimiento, la participación de los tres parlamentarios armenios, Garabed Paylan (HDP), Markar Esayan (AKP) y Selina Ozuzun Dogan (CHP), estuvo reforzada con una firme reelección.

Respecto al desarrollo de la jornada electoral, a través de una declaración emitida después de terminados los comicios, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que coordinó una misión de observadores a corto plazo, expresó que si bien la votación fue en general pacífica y organizada en gran medida de forma eficiente, observó, que las tensiones existentes en el país y las restricciones a la libertad de los medios afectaron en gran medida el proceso de campaña y los resultados.

En los cinco meses pasados el gobierno de AKP endureció su postura sobre todo contra la población kurda y otras minorías en Turquía y los países vecinos. Las sucesivas campañas de represión involucraron no solo fuerzas policiales sino también a los militares. Con el pretexto de sumarse a la lucha contra el Estado Islámico, la aviación turca bombardeó a los kurdos en Siria. Si bien el partido de Erdogan no logró la mayoría absoluta para realizar el cambio constitucional, su éxito electoral deja prever que el Presidente turco seguirá su objetivo de concentrar mayor poder en sus manos, la política represiva y la intervención contra los kurdos en Siria.

El Consejo Nacional Armenio de Sudamérica llama a los gobiernos, organismos internacionales y organizaciones no gubernamentales comprometidos con los Derechos Humanos a vigilar de cerca el proceso político en Turquía y advertir ante nuevas derivas autoritarias ancladas en un pasado de crímenes de genocidios negados.

Consejo Nacional Armenio de Sudamérica

Buenos Aires, Córdoba, Montevideo, Sao Paulo
4 de noviembre 2015