On the night of February 26, the Argentine-Armenian community rallied to the Azeri Embassy of Buenos Aires to mark the 26th anniversary of the Sumgait pogrom. The protest was organized by the Armenian Youth Federation and was widely covered by the national media, including radio, newspapers and television. With a disproportionate number of policemen, over 300 people attended the rally.
“This embassy, according to their own authorities, moved to Buenos Aires to battle against the local Armenian community. It allocates great resources for seduction and cooptation of journalists, officials and academics. With promises of investments that never materialize and their own versions of history, they are trying to spread their propaganda in a region that has always supported the Armenian people and its diaspora”, said Lic. Florencia Zanikian, member of the organization in her speech. “Scholars such as Paulo Botta, communicators like Diego Velazquez and politicians like Roberto Mouilleron are some of the visible faces of the strategy of this embassy”, charged Zanikian.
“In Argentina we have experienced horrific events during the military dictatorship that began in 1976. In the last decade we have advanced in the trials of those responsible, with memory, truth and justice as our pillars. While there are some who argue that looking at the past is to rub salt into the wound, for us is the way to start overcoming, to advance as a society. The Sumgait pogrom, like the 1915 genocide, not only remains unpunished, but also the Republic of Azerbaijan, like Turkey, denies it as a as a way of perpetuating the crime”, she added.
There was another protest two days before, when a group of young Argentine-Armenians tried to deliver a letter to Azeri diplomats, who were conducting a seminar entitled “The resolution of the conflict between Armenia and Azerbaijan and its implications for the region.” After the peaceful protest, the Azeri Foreign Ministry and the government controlled media tried to distort the purpose of the rally, saying that Armenians “tried to prevent the conduction of the event”. Azeri diplomats tried to do a similar media operation last year. The letter even said: “In Argentina governs the rule of law since 1983 and unlike what happens in Azerbaijan, it is possible to freely express. This applies both for your lectures and for those who repudiate the contents of them”.
PRENSA ARMENIA
La comunidad armenia marchó para recordar una masacre en Azerbaiyán
La comunidad armenia se manifestó en la noche del miércoles frente a la embajada de Azerbaiyán para conmemorar y pedir justicia por los 26 años de las masacres de armenios en la ciudad azerí de Sumgait. Con unas 300 personas y un desproporcionado operativo policial, la marcha en el barrio de Palermo duró hasta las 21 horas.
“Hace 26 años, Azerbaiyán continuó en Sumgait el plan genocida que había empezado Turquía en 1915 para exterminar al pueblo armenio. Seguimos decididos a buscar justicia por todos los crímenes impunes que derivan, siempre, en nuevos crímenes”, explicaron los organizadores, de la organización Unión Juventud Armenia, en un comunicado previo.
“Esta embajada, según sus propias autoridades, se instaló en Buenos Aires para dar una batalla contra la comunidad armenia local. Destinan grandes recursos para la seducción y cooptación de periodistas, funcionarios y académicos. Con promesas de inversiones que nunca se concretan y con visiones de la historia que solo ellos sostienen, intentan instalar en una región históricamente solidaria con el pueblo armenio y con su diáspora, una visión favorable a sus intereses”, manifestó la licenciada Florencia Zanikian, miembro de la organización juvenil, en su discurso.
La marcha, que convoca a la numerosa comunidad armenia en Argentina, se realiza periódicamente desde hace algunos años a la par de la marcha por el genocidio armenio, que se recuerda todos los 24 de abril.
“El pogromo de Sumgait, al igual que el genocidio de 1915, no solo continúa impune, sino que la República de Azerbaiyán, al igual que el Estado turco, encuentran en el negacionismo una forma de perpetuar sus crímenes”, agregó Zanikian.
Las masacres o “pogromo” de Sumgait ocurrieron entre el 26 y el 28 de febrero de 1988, cuando grupos paraestatales azeríes impulsados por las autoridades irrumpieron en hogares armenios de la región, destruyendo sus bienes y asesinando a las familias.
Durante los días siguientes, las matanzas se expandieron hacia otras ciudades y poblados azeríes, como Bakú y Kirovabad. Teniendo en cuenta la alianza histórica entre Azerbaiyán y Turquía, algunos historiadores consideran que estas masacres fueron la continuación del genocidio armenio que llevó a cabo el Imperio Turco-Otomano en 1915, y que se cobró la vida de 1.500.000 de personas.
Estas matanzas se dieron a días del inicio de los reclamos de autodeterminación del pueblo armenio que vivía en Nagorno Karabagh, una región históricamente poblada por armenios, pero que había sido entregada a Azerbaiyán por la Unión Soviética en 1921. El conflicto desembocó en una guerra que se extendió hasta 1994, cuando las fuerzas de Nagorno Karabaj y de Armenia vencieron al ejército azerí. A pesar de que se firmó un cese del fuego, actualmente Azerbaiyán amenaza con reanudar la guerra.
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